Salir

“Vive, SaludableMENTE”

En el marco del Día Internacional de la Salud Mental, es fundamental destacar que en el ámbito universitario, tanto estudiantes como trabajadores se enfrentan a niveles altos de estrés. Este problema afecta al bienestar de la comunidad. La Universidad de Zaragoza se une a la campaña “Vive, SaludableMENTE” de REUPS, reafirmando su compromiso con la educación en reconocer los factores de riesgo y de protección para implementar estrategias que potencien la calidad de vida de las personas.
Infografía Día Mundial de la Salud Mental

La salud mental es tan importante como la salud física, y su cuidado debe ser una prioridad en nuestras vidas. Implementar estrategias para cuidar de nuestro bienestar emocional no solo mejora nuestra calidad de vida, sino que también nos permite ser más productivos, resilientes y contribuir positivamente a la sociedad. En el Día Mundial de la Salud Mental, recordemos que pedir ayuda es un signo de fortaleza y que, trabajando juntos, podemos romper los estigmas y construir un entorno más comprensivo y solidario.

Mantener una buena salud mental significa estar en equilibrio con nuestras emociones, pensamientos y comportamientos. En el ámbito universitario, tanto estudiantes como trabajadores se enfrentan a niveles altos de estrés. La clave para una buena salud mental radica en reconocer los factores de riesgo y de protección para implementar estrategias que potencien el bienestar emocional y reduzcan la probabilidad de desarrollar problemas psicológicos.

Factores de riesgo para la salud mental

Existen múltiples factores que pueden aumentar el riesgo de padecer trastornos mentales. Estos factores varían de acuerdo con las circunstancias personales y el entorno, pero algunos de los más comunes incluyen:

  • Historia familiar: Antecedentes de trastornos mentales en la familia incrementan la posibilidad de desarrollar problemas similares.
  • Experiencias traumáticas: Vivencias de trauma emocional, físico o psicológico son detonantes frecuentes de problemas de salud mental.
  • Estrés crónico: La exposición prolongada a altos niveles de estrés puede tener efectos negativos.
  • Abuso de sustancias: El consumo de drogas y alcohol puede aumentar el riesgo de trastornos o agravar los ya existentes.
  • Problemas de salud física: Enfermedades crónicas o discapacidades afectan la salud mental, incrementando el riesgo de depresión u otros trastornos.
  • Factores ambientales: La pobreza, la violencia y la falta de acceso a recursos adecuados son condicionantes de problemas mentales.
  • Factores biológicos y genéticos: La predisposición genética y factores biológicos también juegan un papel crucial.
  • Problemas relacionales: Los conflictos familiares o la falta de apoyo social aumentan el riesgo de problemas emocionales.
  • Adicciones tecnológicas: El uso desmedido de dispositivos electrónicos genera problemas posturales, de visión y aislamiento social, entre otros.

Aunque estos factores de riesgo no garantizan que una persona desarrolle un trastorno mental, aumentan la probabilidad de su aparición. Es esencial identificar y abordar estos riesgos de manera preventiva para promover un equilibrio emocional.

Factores de protección

En contraste, los factores de protección son aquellos elementos que pueden reducir la probabilidad de desarrollar problemas de salud mental y, a su vez, mitigar los efectos de los factores de riesgo. Entre los más importantes se encuentran:

  • Resiliencia: Capacidad para adaptarse a los cambios y recuperarse de las adversidades.
  • Autoconciencia: Reconocer y comprender las propias emociones, pensamientos y comportamientos.
  • Inteligencia emocional: Capacidad para identificar y gestionar las emociones propias y de los demás.
  • Gestión del estrés: Aplicación de técnicas efectivas para manejar el estrés cotidiano.
  • Empatía: Comprender y compartir los sentimientos ajenos fortalece las relaciones.
  • Habilidades comunicativas: Expresarse de manera clara y asertiva, y escuchar activamente.
  • Resolución de problemas: Enfrentar los desafíos con creatividad y eficacia.
  • Autocuidado: Practicar hábitos saludables como una buena alimentación, ejercicio regular y descanso adecuado.
  • Equilibrio entre vida personal y laboral: Mantener una separación saludable entre trabajo y vida personal.
  • Pensamiento positivo: Fomentar una actitud optimista ante los retos.
  • Red de apoyo social: Contar con relaciones sólidas y de apoyo en amigos y familiares.
  • Entornos saludables: Promover el bienestar mental a través de programas de apoyo en entornos académicos y laborales.

El equilibrio entre los factores de riesgo y protección es clave para mantener una buena salud mental. Las instituciones educativas, como las universidades, tienen un papel crucial en proporcionar espacios y recursos para fomentar el bienestar emocional de sus estudiantes y empleados.

Recomendaciones para cuidar la salud mental

A continuación, se presentan algunas recomendaciones prácticas para cuidar de la salud mental:

  1. Cuida tu cuerpo: Mantén hábitos saludables como una alimentación equilibrada, ejercicio regular y suficiente descanso.
  2. Practica la compasión y autocompasión: Acepta tus imperfecciones y sé amable contigo mismo/a.
  3. Mantén relaciones sociales saludables: Cultiva relaciones de apoyo y positivas.
  4. Establece límites saludables: Aprende a decir no cuando sea necesario para proteger tu bienestar emocional.
  5. Encuentra tiempo para ti mismo/a: Dedica tiempo a actividades que disfrutes y que te relajen.
  6. Gestiona el estrés de forma efectiva: Utiliza técnicas como la meditación, respiración profunda o yoga para reducir el estrés.
  7. Busca ayuda cuando sea necesario: Habla con amigos, familiares o un profesional de la salud mental si sientes que lo necesitas.
  8. Haz frente a los problemas: Aborda los desafíos de manera constructiva y busca apoyo cuando lo necesites.
  9. Establece metas realistas: Trabaja hacia tus metas con constancia y celebra tus logros, por pequeños que sean.
  10. Practica la gratitud: Reflexiona diariamente sobre las cosas por las que estás agradecido/a.